Estas sencillas actividades calmantes hacen maravillas cuando los niños están molestos.
La ansiedad y el estrés cotidianos no sólo afectan a los adultos, sino también a los niños y los niños pequeños. Puede ser un desafío saber qué hacer cuando nuestros hijos parecen no poder calmarse después de enojarse, pero existen algunas estrategias fáciles y efectivas para calmar a los niños que usted puede probar. Ayude a los niños a recuperar la compostura y a sentirse más en control con estas sencillas actividades.
Estrategias efectivas para calmar a los niños
Mientras navegas por Internet, encontrarás cientos de técnicas y actividades para calmar a tus hijos. El problema es que decirle a su niño pequeño que "respire" o "medite" probablemente no funcione hasta que alcance un punto más maduro en la vida. Dependiendo de su umbral sensorial, los abrazos fuertes y la música también pueden alterarlos más.
En muchas situaciones, puedes ayudar a calmar a tus hijos haciendo estas tres cosas:
- Quitar el gatillo
- Ayúdalos a sentirse escuchados
- Utiliza un movimiento para redirigir su atención
Si bien el primer paso se explica por sí mismo, saber cómo hacer que estas otras dos cosas sucedan puede ser un poco más difícil. Estos métodos aprobados por los padres pueden ayudar. Pruebe estas sencillas técnicas y actividades calmantes para que los niños vuelvan a ser felices como siempre.
Implementar la escucha activa
Esta estrategia calmante para niños solo requiere unos pocos pasos.
1. Una vez que haya eliminado el desencadenante o haya trasladado a su hijo a un lugar diferente, debe hacerle saber que reconoce que está molesto. Por lo tanto, ponte de rodillas para posicionarte a la altura de sus ojos. Haga contacto visual directo, reconozca sus sentimientos y pregunte sobre el problema.
" Entiendo que estés molesto y eso me entristece. ¿Qué te hace sentir así? ¿Estás enojado porque sucedió ________?"
Consejo rápido
Si están lloriqueando, tómate el tiempo para respirar un poco como el arcoíris. No les pida que se unan, simplemente practique las técnicas de respiración usted mismo. Los niños son conocidos por imitar comportamientos. El solo hecho de verte practicar esta técnica calmante también les ayudará a empezar a respirar lentamente.
2. Una vez que haya recuperado algo de compostura, reconozca sus sentimientos y pregúntele nuevamente el motivo de su arrebato. Luego, permítales explicar plenamente sus sentimientos. Asiente y mantén el contacto visual durante todo el intercambio.
3. Cuando hayan completado su pensamiento, ofrézcales una solución constructiva o una opción. Por ejemplo, si quieren una galleta antes de cenar, lo cual obviamente no va a suceder, bríndeles una solución que los apacigue a ambos.
" Entiendo que quieras una galleta, pero no podemos comer dulces hasta después de la cena. Si tienes hambre, puedes comer una barra de queso o un poco de yogur griego dulce. ¿Cuál preferirías?"
Esto les permite saber que han sido escuchados, les da algo de poder en la situación y resuelve su problema de tener hambre.
Juega un juego de animales
Las actividades relajantes para niños pueden brindarles diversión y al mismo tiempo aliviar la tensión. Casi todo el mundo recuerda haber caminado como cangrejo, s altar ranas, dar patadas de burro y gatear como oso cuando era niño. ¿Por qué este recuerdo permanece vívidamente en nuestra mente, pero las volteretas y las volteretas parecen ser una idea lejana?
Una razón es que estos movimientos aparentemente tontos son técnicas calmantes comprobadas. El autor y defensor del autismo, Dyan Robeson, explica: "Los paseos con animales ayudan a los niños a recibir una presión profunda y relajante en sus articulaciones y extremidades, ayudan a fortalecer su sentido del equilibrio y a desarrollar la conciencia corporal."
Cuando tu pequeño esté molesto, intenta preguntarle qué animal se siente en ese momento. ¿Están locos como un oso rugiente? ¿Están frustrados como un burro? ¿Son infelices como un cangrejo que sólo puede moverse de un lado a otro y no hacia adelante? Pídales que imiten estos movimientos. Esta estrategia calmante distrae su mente del problema en cuestión y la enfoca en una actividad que puede controlar.
Déjalos inquietarse
Mantener ocupadas las manos de un niño también estimula su mente. Según información del Flushing Hospital Medical Center, los juguetes inquietos ayudan a niños y adultos a "liberar energía inquieta". La ciencia respalda la idea de que estos juguetes ayudan a calmarse, concentrarse e incluso a escuchar. Esto los convierte en una herramienta fantástica para calmar a un niño molesto.
Lo mejor de todo es que estos juguetes relajantes para niños se han vuelto muy populares en los últimos años, lo que los hace convenientemente disponibles en la mayoría de los lugares. Tener una bolsa ocupada llena de estos juguetes sensoriales puede ser una gran actividad calmante para los niños y puede remediar rápidamente una situación frustrante.
Centra su energía en sus manos
¿Sabías que la terapia de presión profunda es otro método comprobado para disminuir la ansiedad y la tensión? Desafortunadamente, abrazar no siempre es bienvenido en momentos de estrés, pero si la persona misma aplica la presión, puede tener el mismo efecto beneficioso.
Cuando su hijo esté molesto o ansioso, redirija su angustia y frustración a sus manos. Nos encantan estos sencillos ejercicios calmantes para niños:
- Apretar el puño:Pídale a su hijo que apriete el puño izquierdo lo más fuerte que pueda, luego suéltelo y repita. Si bien puede parecer una tontería, esta acción específica en realidad controla las emociones de abstinencia, como la ansiedad y el miedo.
- Empuje con la palma: Haga que su hijo junte las palmas, como si estuviera orando, y empuje lo más fuerte que pueda. Mantenga esta posición durante 10 segundos, suelte y repita. Ejercer presión sobre ciertos puntos de la palma de la mano de una persona también puede reducir el estrés y la ansiedad.
- Punto de presión: El punto del valle de unión, el punto de presión dentro del espacio entre el pulgar y el índice, es un punto de acupuntura que se utiliza para reducir el estrés. Simplemente haga que su hijo pellizque firmemente la cinta con la otra mano durante diez segundos.
Toma un poco de sol
Sunshine es un reductor natural del estrés. Si su hijo está teniendo una crisis nerviosa, sáquelo afuera y tome un poco de aire fresco. Para aprovechar al máximo este sencillo ejercicio relajante, busque espacios verdes o azules: parques, lagos, océanos, bosques o jardines.
Mejor aún, sal a caminar o trotar por estos espacios. La combinación de sol y ejercicio disminuirá el estrés, mejorará el estado de ánimo e incluso mejorará sus interacciones con los demás.
Reducir su espacio
El mundo puede ser un lugar grande y abrumador para. A veces los niños simplemente necesitan un lugar tranquilo para retirarse que les parezca propio. Una tienda de campaña relajante es una herramienta espectacular para eliminar los diversos estímulos que causan problemas sensoriales. Tu objetivo: hacerlo cómodo, acogedor y seguro. Esto significa comprar una tienda de campaña, un cojín para la base (como una cama para perros) y algunas almohadas.
Una vez configurado, hazles saber que este es su espacio para retirarse cuando se sientan ansiosos, estresados o tristes. Los padres pueden hacer que el espacio sea más acogedor acomodándose en la tienda para escuchar cuentos antes de dormir. Sin embargo, al ser su espacio seguro, siempre pide entrar. Esto puede ayudarlos a sentirse seguros en el lugar. Luego, cuando surjan momentos estresantes, pregúntele a su hijo si quiere tomar un descanso en su relajante tienda.
Consejo rápido
Si no tienes espacio para una tienda de campaña, los padres también pueden acostar a su hijo en el centro de una manta pequeña pero resistente. Cada padre se sujetará firmemente a dos esquinas. Luego balancearán a su hijo de un lado a otro. Esta es una gran actividad relajante para niños que en realidad se utiliza para niños con necesidades especiales.
Prueba diferentes técnicas calmantes para que los niños encuentren lo que funciona
Cada persona en este mundo es única. Lo que esto significa es que lo que una persona encuentra calmante puede estimular a otra. Si una de estas estrategias para calmar a los niños no funciona, pruebe con otra. Experimente hasta que encuentre lo que es mejor para su hijo. Además, recuerde que es importante primero sacar a su hijo de la situación que desencadenó su arrebato antes de intentar calmarlo.
Así como se necesita un espacio tranquilo para aprender a leer o resolver ecuaciones, los niños tienen que aprender a autorregular sus emociones antes de poder superarlas en un momento de estrés. Finalmente, recuerde que cada experiencia que tiene su hijo es nueva para él. Están tratando de comprender la causa y el efecto de diferentes escenarios, y eso también lleva tiempo. Tenga paciencia con ellos y sepa que llegarán allí a su debido tiempo.