Tomar con niños a veces puede parecer que todas tus palabras entran por un oído y salen por el otro. No poder conectarse y comunicarse con los jóvenes en su vida puede hacer que se sienta frustrado y que ellos también se sientan desanimados. Aprenda a hablar con los niños para que las relaciones y los vínculos se fortalezcan y los mensajes resulten útiles y escuchados.
Métodos efectivos para hablar con los niños
Al comunicarse con los jóvenes, el estilo y las tácticas que utilice pueden depender en gran medida de su edad y nivel de desarrollo. Hablar con los niños no es un tipo de actividad única para todos, y estos consejos y métodos efectivos pueden hacer que esa conversación de corazón a corazón sea más placentera y significativa para todos los involucrados.
Cómo hablar verbalmente con niños pequeños
Es importante modelar técnicas y estrategias de comunicación efectivas con los niños pequeños. Cuando hable con sus hijos, asegúrese de llevar la conversación a su ritmo, sintonice dónde se encuentran en su desarrollo y mantenga las cosas lo más positivas posible.
Usa su nombre
Use los nombres de los niños cuando les hable. Con sus propios hijos, llama la atención sobre su voz y les indica lo que está a punto de decir. Al comunicarse con niños que no son descendientes suyos, el uso de nombres personales los hace sentir conectados con una comunidad, fomenta la responsabilidad y aumenta los comportamientos positivos. Usar el nombre de un niño al entablar una conversación crea un tono acogedor y amigable.
Espera Hasta Que Te Muestren Algunas Señales
Cuando hable con niños pequeños, espere para hablar con ellos hasta tener toda su atención. Deles tiempo para terminar lo que están haciendo y permítales hacer contacto visual con usted antes de comenzar a conversar con ellos. Si no haces esto, gran parte de lo que digas se perderá para ellos.
Intenta trabajar con palabras y frases positivas
Mantener una actitud positiva en el habla es un componente crucial para crear conectividad verbal tanto con niños pequeños como mayores. Reemplace las palabras y frases negativas por positivas. Ejemplos son:
- En lugar de decir "¡No corras!" Di: "Por favor, camina".
- Reemplazar "¡No más bocadillos!" con "Intentemos esperar hasta la hora de cenar."
- En lugar de decir: "¡No pelees con tu hermana!" Intente decir: "Veamos si podemos resolver esto juntos".
Usa contacto visual
Mantener contacto visual con los niños pequeños es una estrategia importante para crear discusiones significativas. Cuando hable con niños pequeños, mantenga el contacto visual, incluso cuando ellos no lo hagan. Recuerda, tú eres el modelo de cómo aprenderán a hablar con los demás.
Realizar una verificación de tono
¿Cómo es tu tono de conversación? ¿Estás hablando en voz alta, rápida o agresivamente? Estos no son los tonos que usted desea adoptar cuando habla con niños pequeños. Mantenga su tono tranquilo y claro. No hables demasiado rápido; y mantén breves los temas de conversación.
Brinde a los niños muchas opciones durante las discusiones
Al hablar con los niños, asegúrese de incluir opciones en la discusión. A nadie le gusta vivir bajo una dictadura, y esto incluye a los niños. Si bien técnicamente eres el jefe, estableces las reglas y tomas las decisiones, a los niños les gusta sentir que tienen alguna opción en su mundo. Puede incorporar opciones en una conversación con los niños, dándoles cierta propiedad sobre su vida y fomentando su independencia y sus habilidades para tomar decisiones. Ejemplos de opciones de oferta podrían ser:
- Hoy podríamos salir a caminar o andar en bicicleta.
- ¿Querías hacer plastilina o pintura?
- Sé que te encantan los juegos de mesa. ¿Cuál suena mejor, Candy Land o Shoots and Ladders?
Cómo hablar e interactuar con niños mayores
Hablar con niños mayores y adolescentes requiere un plan de juego diferente al de charlar con niños pequeños. Sea respetuoso con esta nueva etapa de la vida y haga que los adultos en ciernes sientan que les está hablando a ellos, no a ellos.
No les hables con desdén
Los niños mayores no quieren que los menosprecien. Están madurando rápidamente y quieren que los traten más como a un adulto que a un niño pequeño. Cuando hable con su hijo:
- Evita el uso de apodos cursis
- Utilice preguntas abiertas
- Usa un discurso claro, no una voz cantarina
- No cuestiones todas sus decisiones, especialmente las más pequeñas
Aprende a escuchar
Los niños mayores y los adolescentes tienen opiniones firmes sobre TODO, y estas opiniones sólidas pueden crear una batalla de voluntades entre los padres y sus hijos en crecimiento. Cuando las tensiones aumentan y las emociones aumentan aún más en las conversaciones, recuerde detenerse y escuchar. Es importante mostrar habilidades de escucha efectivas en cualquier relación, incluida la que tiene con su hijo. Modele la escucha efectiva para que aprendan a escuchar mejor a las personas en sus propias vidas. Escuchar es una habilidad conversacional tan importante como lo es hablar.
Aprende cómo medir tus reacciones
Algunas conversaciones con tus hijos mayores te harán querer reaccionar de inmediato. Recuerde que los niños aprovechan directamente sus emociones, así que sepa qué emociones está mostrando. Enojarse por algo que están revelando podría hacer que se cierren. Mantenga sus sentimientos serenos durante la conversación y procese sus pensamientos antes de dejar que su propia perspectiva se desmorone.
Para mantener las conversaciones productivas y positivas, sepa cuándo desconectarse de la actitud de un adolescente. Dos grupos de gritos no van a llegar a nada bueno. Respira profundamente, no muerdas el anzuelo y recuerda quién es el adulto aquí.
Sé la voz de la razón y una caja de resonancia
Cuando tenga una conversación con un adolescente o un niño mayor, o incluso un niño adulto, sepa cuándo quiere sus ideas y pensamientos y cuándo necesita que usted sea una caja de resonancia. Determinar si tienes que ser la voz de la razón o un hombro sobre el que descargar puede ser complicado, pero haz lo mejor que puedas para leer las señales y ser el compañero de conversación que tu hijo necesita en este momento.
Validar Sentimientos
Los niños mayores y los adolescentes son conocidos por tener sus emociones esparcidas por todos lados. Aparte de esto, explicar sus sentimientos puede ser una tarea difícil en sí misma. Trate de validar los sentimientos de su hijo mayor cuando le hable. Considere usar lenguaje como:
- Puedo entender por qué podrías estar molesto con (nombre de un amigo).
- Eso debe haber sido muy incómodo para ti. Lamento que hayas tenido que pasar por eso.
- Puedo ver que esto es realmente estresante.
- Esta ruptura ciertamente parece que ha sido difícil para ti.
Cuanto más se validen los sentimientos de los niños, más cómodos se abrirán a los adultos en el futuro.
Elige un buen momento para hablar
Los adolescentes tienen estados de ánimo que cambian en un abrir y cerrar de ojos. En un momento todo está bien, pero al siguiente parecen malhumorados, hoscos y retraídos. Los cambios de humor pueden dificultar que los padres sepan cuándo hablar con niños mayores y adolescentes. Piense y considere detenidamente cuándo participar en conversaciones significativas.
- Conversar a la hora de comer. Comer juntos es un gran espacio para que adultos y niños mayores hablen sobre asuntos del corazón.
- Si quiere hablar sobre algo de lo que su hijo adolescente normalmente se alejaría, intente hablar con él durante un largo viaje en automóvil.
- NO intentes conversar delante de sus amigos o justo antes de un evento importante en la vida, como una prueba importante o un evento deportivo.
Una comunicación sólida fomenta relaciones sólidas
Cuando los niños son pequeños, desarrolle líneas de comunicación fuertes y significativas con ellos. Modele habilidades efectivas de comunicación y escucha para que puedan emular dichas habilidades y transferirlas a otras relaciones. Considere cómo habla con sus hijos y reevalúe sus estrategias a medida que crecen y se desarrollan. Al igual que los propios niños, los estilos de comunicación crecerán y cambiarán junto con ellos. Lo más importante que hay que recordar al hablar con niños es simplemente no detenerse nunca. Mantenga siempre abiertas las líneas de comunicación y concéntrese en la confianza y el respeto cuando hable con niños, tanto jóvenes como mayores.