6 formas de enseñar autocontrol a los niños & Minimiza el comportamiento impulsivo

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6 formas de enseñar autocontrol a los niños & Minimiza el comportamiento impulsivo
6 formas de enseñar autocontrol a los niños & Minimiza el comportamiento impulsivo
Anonim

¡Prevenga comportamientos impulsivos y ayude a sus hijos a comprender mejor el impacto de sus acciones utilizando estas útiles técnicas!

Chica de compras en un supermercado
Chica de compras en un supermercado

No toques eso. Tienes que esperar a mami. Guarda tus juguetes antes de la merienda.

Desde el momento en que su bebé se vuelve móvil, quiere explorar el mundo. Si bien esto es algo maravilloso, a medida que crecen, su necesidad de gratificación instantánea se ve como una f alta de respeto y una preocupación por la seguridad. Para prevenir problemas de conducta en el futuro, los padres deben enseñar a sus hijos la importancia del autocontrol.

¿Qué es el autocontrol para los niños?

El autocontrol es la capacidad de una persona para pensar antes de actuar. Esto requiere que el niño resista la tentación inmediata de tocar, decir o hacer algo. La mayoría de los padres notan que estos comportamientos impetuosos alcanzan su punto máximo entre los tres y los siete años. Esta f alta de moderación es normal. Así es como los niños investigan y aprenden. Para enseñar a los niños el autocontrol, los padres deben introducir los conceptos de autodisciplina o autorregulación.

Cómo enseñar a los niños el autocontrol

El control de los impulsos requiere práctica y paciencia. Esto significa trabajar con su hijo regularmente y darle suficiente tiempo para aprender, aplicar los conceptos y crecer.

Enseñar causa y efecto

El primer paso para enseñar el autocontrol a los niños es ayudarlos a comprender el concepto de causa y efecto. ¿Por qué sucede algo? ¿Qué desencadena un cambio? ¿Qué ocurre si modificas un factor de la situación? Muchas veces los niños repiten las mismas acciones impulsivas porque no comprenden las repercusiones de la actividad.

¿Cómo se enseña esto? Empiezas con situaciones lúdicas. Por ejemplo, construye una torre de bloques y luego derribala con las manos. Repita esta acción. Luego, verbalice lo sucedido. "Mami construyó una torre, pero cuando la empujó, la torre se cayó". Encuentre oportunidades a lo largo del día para señalar escenarios de causa y efecto.

Una vez que su hijo demuestre una comprensión básica de este concepto, bríndele la oportunidad de hacer predicciones sobre cómo se desarrollarán ciertas situaciones. ¡Puedes lograr esto fácilmente a través de libros de cuentos! Siéntate a leer un libro y, a medida que avanzas en la narración, haz una pausa y deja que adivinen qué pasará a continuación. Si le das una galleta a un ratón es una opción fantástica para ayudar a los niños a comprender la causa y el efecto.

Finalmente, quieres tomarte el tiempo para explicar cómo una acción podría conducir a una mala reacción. "Tenemos que mirar a ambos lados antes de cruzar la calle. De esa manera podemos ver si viene algún coche. Si no se detienen, podríamos salir muy lastimados." Al comprender que todas nuestras acciones están conectadas, puedes explicarle mucho más fácilmente el autocontrol a un niño.

Etiquetar expectativas y dar opciones

Si un niño no sabe que una acción es problemática, es más probable que participe de manera inapropiada. Por lo tanto, antes de iniciar una actividad, los padres deben establecer pautas claras sobre lo que sus hijos pueden y no pueden hacer. Por ejemplo, "Vamos al supermercado y vamos a mantener las manos dentro del carrito".

Entonces, una vez dentro de la tienda, es importante incluir a tus hijos en el proceso de compra. Esto reduce las tentaciones y mejora sus habilidades para tomar decisiones. "¿Qué snack deberíamos comprar? ¿Las barras de granola o las bolsitas de puré de manzana?" Una vez que decidan, permítales colocar el artículo en el carrito. Al convertirlos en parte integral del proceso, es más probable que se comporten e incluso verbalicen lo que necesitan en lugar de alcanzarlo apresuradamente.

Reconocer Emociones

Otro desencadenante de problemas de autocontrol es la incapacidad del niño para identificar sus sentimientos. Esto puede llevar a comportamientos agresivos como golpear y morder. Una de las formas más fáciles de ayudar a sus hijos a comprender las emociones es leer historias que muestren estos diversos sentimientos.

La serie de libros Slumberkins es una elección espectacular creada por una maestra de educación especial y terapeuta familiar. Estos libros sirven como herramientas de aprendizaje emocional que pueden ayudar a los niños a comprender mejor cómo las emociones nos hacen sentir y actuar. También nos encanta que brinden afirmaciones para mejorar la salud emocional y el bienestar de un niño.

Necesito saber

Para los niños pequeños, es difícil reconocer las emociones. Es trabajo de los padres tomarse el tiempo para etiquetar estos sentimientos. Esto puede ayudar a tu pequeño a asociar el sentimiento con una palabra y a manejar mejor estas situaciones en el futuro. Eso significa notar cuándo estás feliz o triste y explicar por qué te sientes así.

Redireccionar malos comportamientos

Una vez que hayas notado lo que han hecho mal, es imperativo que les muestres el comportamiento o la acción correcta. De lo contrario, seguirán actuando mal. Por ejemplo, si nota que su hijo golpea a su mascota cuando está frustrado, póngase a su nivel, haga contacto visual y dígale firmemente que no. Luego, toma su mano y muéstrales cómo tocar apropiadamente a su mascota.

Finalmente, reconoce que entiendes que están enojados, pero golpear a otros no resolverá el problema. Pregúntales por qué están enojados y trata de darles una solución constructiva. Si los golpes continúan, dales una advertencia. Hágales saber que tendrán un tiempo de espera de cinco minutos si no pueden tratar bien a los demás. Cumpla con el tiempo de espera si el comportamiento continúa. La intención no solo es detener los malos comportamientos, sino también ayudar a su hijo a comprender que sus acciones tienen repercusiones.

Recompensar el progreso

El refuerzo positivo es una herramienta increíble para promover comportamientos positivos. Si desea que sus hijos demuestren autocontrol, felicítelos cuando den pasos en la dirección correcta. Digamos que su hijo solía golpear en el pasado cuando se enojaba, pero hoy hizo una pausa y respiró profundamente hasta recuperar sus emociones. ¡Deja lo que estás haciendo y hazles saber lo orgulloso que estás de ellos!

Para aquellos niños que necesitan un poco de motivación extra, considere un sistema de recompensas. Por ejemplo, cada vez que muestran control sobre sus emociones o acciones, obtienen una estrella. Si obtienen 20 estrellas, podrán elegir una excursión o elegir lo que cenarás una noche. Si decides seguir este camino, presta atención a cómo se comportan en todas las situaciones. ¿Se sentaron pacientemente ante el médico? ¿Mantuvieron la compostura cuando su hermano pequeño les robó el juguete? ¿Esperaron a que todos se sentaran y oraran antes de empezar a cenar? ¡Estos pequeños momentos importan y merecen reconocimiento!

Promover el control de los impulsos a través del juego

¡Los niños aprenden mediante la imitación y el juego! Esto hace que juegos como Simon Says y Red Light, Green Light sean las herramientas perfectas para enseñar técnicas de autocontrol. Lo mejor de todo es que su hijo probablemente ni siquiera sabrá que está practicando habilidades prácticas para la vida.

Cómo controlar el comportamiento impulsivo en un niño

El autocontrol para los niños puede ser difícil, pero al implementar estas técnicas regularmente, no tomará mucho tiempo para ver cambios notables en el comportamiento de su hijo. Sin embargo, es importante que los padres recuerden que la f alta de control de los impulsos en los niños también puede deberse al aburrimiento, el estrés o el agotamiento. Los niños prosperan con una rutina y necesitan estimulación y una buena noche de sueño. ¡Esto significa seguir un horario, hablar sobre los sentimientos con regularidad y designar un momento todos los días para cansar a sus hijos! Las investigaciones han demostrado que la actividad física puede ayudar a los niños a autorregularse, disminuir los niveles de estrés y reforzar el desarrollo cognitivo. Estos pasos, junto con las técnicas anteriores, pueden desempeñar un papel importante a la hora de enseñarles a sus hijos moderación, paciencia y autorregulación.

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