¿Es el asco una emoción real?

Tabla de contenido:

¿Es el asco una emoción real?
¿Es el asco una emoción real?
Anonim

Aprenda cómo esta emoción desagradable afecta su mente y su cuerpo y obtenga consejos para manejar cuando sienta repulsión.

Mujer que parece disgustada mostrando el filtro obstruido y la caja de polvo llena del robot aspirador
Mujer que parece disgustada mostrando el filtro obstruido y la caja de polvo llena del robot aspirador

¡Qué asco! ¡Bruto! ¡Puaj! ¿Qué tienen todas estas frases en común? Todas son expresiones de disgusto, una emoción que a la mayoría de nosotros nos resulta repugnante. Pero si bien enfrentarse a algo asqueroso nunca es lo ideal, el disgusto es una emoción que puede proporcionar una variedad de beneficios. ¿Sorprendido? Es cierto: esas experiencias repugnantes que nos hacen querer mirar con desprecio pueden ser buenas para nosotros. Hay mucho más que aprender sobre esta compleja emoción y por qué es realmente útil.

¿Qué es el disgusto?

Asco describe el sentimiento que se produce cuando alguien se encuentra con algo que le parece repugnante. Una persona puede encontrar algo repulsivo por su olor o sabor. Pero el disgusto también puede ser una respuesta a un comportamiento, como acciones que usted considera poco éticas o inmorales. Según la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), una persona puede desarrollar aversión a estas situaciones desagradables y tratar de evitarlas a toda costa.

Dato breve

El asco se considera una de las seis emociones humanas básicas, según algunas teorías psicológicas. Nuestra comprensión del asco ha evolucionado con el tiempo, pero los expertos generalmente creen que tiene un propósito fundamental, principalmente como uno de los mecanismos de protección del cuerpo.

Es una creencia generalizada que el asco nos ayuda a evitar consumir alimentos y líquidos que puedan enfermarnos. Además, también puede ayudarnos a mantenernos alejados de zonas y personas que puedan resultar inseguras. El asco también puede ayudarnos a evitar venenos, enfermedades, bacterias y más.

Causas comunes de disgusto

El asco puede ser provocado por imágenes, sonidos, olores, sabores y texturas. Además, también podemos sentir disgusto como reacción ante ciertos comportamientos de los demás, como el acoso o la mentira.

Es importante tener en cuenta que no todo el mundo encuentra repugnantes las mismas cosas. Las preferencias individuales y los antecedentes de una persona pueden influir en sus reacciones. Por ejemplo, en algunos países comer caracoles se considera un manjar. Sin embargo, si no vienes de una zona donde esta comida sea común, es posible que no suene muy apetitosa y que en su lugar sientas asco.

Algunas experiencias que pueden provocar disgusto incluyen:

  • Comer cierta comida que sabes que no te gusta
  • Comer o beber alimentos en mal estado, como leche o crema agria
  • Escuchar clavos en una pizarra
  • Escuchar a alguien discriminar
  • Ver a una persona vomitar
  • Oler el olor a huevos podridos que sale del refrigerador
  • Pisar un charco de agua con calcetines puestos
  • Ver un programa de televisión con escenas sangrientas

Cómo el asco afecta el cerebro y el cuerpo

El asco es poderoso. Cuando se siente disgustado, es posible que sienta que necesita tener arcadas, vomitar o incluso renunciar a ciertos alimentos por el resto de su vida. ¿Qué hace exactamente que el asco sea una emoción tan fuerte? Este sentimiento intenso tiene un fuerte impacto tanto en el cerebro como en el cuerpo.

Las investigaciones han sugerido que el disgusto interactúa con la química del cerebro, lo que provoca cambios en el comportamiento y las percepciones. Es esta combinación de cambios químicos y de comportamiento lo que tiene un impacto tan fuerte.

Cambios en el cerebro

El asco se desencadena por la liberación de ciertas hormonas en el cerebro. Cuando estos químicos se dispersan, envían señales por todo el cuerpo y hacen que usted sienta repulsión por cualquier cosa que activó su liberación.

Estas hormonas actúan rápidamente y te ayudan a tomar decisiones en fracciones de segundo para evaluar si encuentras algo agradable o desagradable. Luego, reaccionas instintivamente disfrutando o evitando cualquier estímulo que encuentres.

Las investigaciones muestran que algunas de las principales sustancias químicas involucradas en la respuesta de disgusto incluyen:

  • Estrógeno: juega un papel en la regulación y en cómo se perciben las expresiones faciales de disgusto.
  • Oxitocina: regula la actividad cerebral en regiones específicas que están relacionadas con la cognición y los comportamientos sociales, así como con el apego.
  • Progesterona: modifica la sensibilidad de un individuo al asco

Cuando todas estas hormonas, así como algunas otras, se juntan, pueden hacer que se te erice la piel. Además, pueden influir en la forma en que reconoces las expresiones faciales de disgusto en los demás e incluso afectar la forma en que aprendes sobre lo que te parece repugnante.

Cambios en el Cuerpo

Piensa en algo que te parezca asqueroso. ¿Notas algún cambio en tu rostro o cuerpo? Hay varios signos bien conocidos de que una persona puede estar sintiendo disgusto. Muchos de estos se reflejan en cambios en sus rasgos faciales.

Por ejemplo, algunos cambios faciales comunes incluyen:

  • El labio inferior se levanta y sobresale ligeramente
  • Las cejas bajan
  • La nariz se arruga
  • El labio superior se eleva y forma una "u" invertida

Además de estas expresiones faciales, puedes poner rígido tu cuerpo o alejarte de lo que haya provocado tu disgusto. Ninguno de estos cambios físicos es necesariamente cómodo, lo que supone una razón más por la que quizás quieras evitar circunstancias repulsivas.

Cómo aliviar los sentimientos de disgusto

Una de las cosas buenas del asco es que es como cualquier otra emoción humana: aparece y desaparece. Entonces, no importa cuán disgustado estés en el momento actual, consuélate sabiendo que pasará.

Afortunadamente, hay algunas cosas que puedes hacer cuando te sientas asqueado para que la experiencia sea un poco más fácil. Es posible que no puedas evitar sentirte disgustado de vez en cuando, pero hay algunos pasos que puedes seguir para ayudar a acelerar el proceso de recuperación.

Toma algo de espacio

Si estás cerca de algo que te parece repugnante, podría ser beneficioso abandonar el área. Cuando creas cierta distancia, te das la oportunidad de recuperarte de cualquier experiencia no deseada que hayas tenido.

Hay muchas maneras en que tomar algo de espacio puede ser beneficioso cuando experimentas algo desagradable:

  • Si hueles algo desagradable, puedes respirar limpio y fresco.
  • Si comes algo que no te gustó, puedes beber un poco de agua.
  • Si escuchas algo desagradable, puedes alejarte del alcance.
  • Si tocas algo asqueroso, puedes lavarte las manos.
  • Si ves algo molesto, puedes alejarte de la situación.

El espacio es bueno. Haz lo que necesites para alejarte de lo que sea que te dé asco. Puede ayudarle a recuperarse y relajarse.

Experimenta algo que disfrutes

Otra excelente manera de reducir tus sentimientos de disgusto es rodearte de cosas que realmente te gustan. Esto puede ayudar a eliminar la experiencia desagradable y redirigir tus pensamientos y sensaciones hacia algo que disfrutes.

Considere estas diferentes formas de recuperarse:

  • Si hueles algo que te revuelve el estómago, huele una fragancia que te guste.
  • Si comiste algo que no sabía bien, dale un bocado a un alimento que sepas que es seguro y delicioso.
  • Si escuchas un sonido que hace que los dedos de tus pies se doblen, escucha algo de música que pueda levantarte.
  • Si tocas algo que te pone la piel de gallina, lávate las manos con un jabón que te guste.
  • Si ves algo asqueroso, dirige tu atención a un área mejor a tu alrededor o mira fotos antiguas.

Por muy desagradable que sea, encontrarse con algo repugnante puede ser una oportunidad de aprendizaje. Cuando encuentre algo asqueroso, puede tomar nota mental para intentar evitarlo en el futuro. Además, el disgusto puede ayudarte a definir tus límites en torno a lo que te gusta y lo que no te gusta. Cada vez que te encuentres con algo desagradable, puedes pensar: "Estoy aprendiendo un poco más sobre mí mismo", y eso podría hacer que la experiencia sea un poco más placentera.

Recomendado: