Ningún adolescente aspira jamás a quedarse sin hogar, huyendo de las mismas personas que se suponía que debían cuidarlo y protegerlo. Sin embargo, entre 1,6 y 2,8 millones de adolescentes se escapan de sus hogares cada año, según el National Runaway Switchboard. Muchos de estos adolescentes sufren abusos sexuales, físicos y emocionales. Corren en busca de seguridad, pero terminan huyendo hacia un abismo de depredadores peligrosos que buscan jóvenes vulnerables que solo anhelan la comodidad de un cuerpo cariñoso.
Causas para huir de casa
- 47% de los adolescentes que se escaparon de casa informaron que estaban teniendo un conflicto con uno de sus padres o tutores.
- Aproximadamente el 50% de los adolescentes informaron que sus padres los echaron de la casa o no les importó que se fueran.
- 80% de los jóvenes reportaron abuso sexual o físico antes de huir.
Toda la información estadística de la Centralita Nacional de Fugitivos.
Enfermedad mental
Depresión:Los adolescentes que se deprimen pueden tener dificultades para tomar decisiones y pueden actuar por impulso. Dado que es posible que el adolescente deprimido no comprenda las emociones y los pensamientos que lo atraviesan, puede culpar a sus padres por sus problemas. Esto luego lleva a la falsa comprensión de que estar lejos de ellos resolverá todos sus problemas.
Trastorno de oposición desafiante: Otro trastorno mental que sufren muchos adolescentes que se escapan de casa es el trastorno de oposición desafiante, también llamado trastorno de conducta. Les resulta difícil obedecer la autoridad y tomarán represalias contra cualquiera que intente decirles qué hacer. Sus acciones son impulsivas y en ocasiones pueden resultar amenazantes. Huyen porque no quieren seguir las reglas de nadie más que las suyas propias.
Abuso de sustancias
Según el sitio web TroubledTeenSearch.com, el 71% de los jóvenes de la calle encuestados en Los Ángeles abusaban de drogas y/o alcohol. Estas sustancias actúan sobre la mente de forma muy parecida a la de los enfermos mentales, lo que provoca impulsividad y mala capacidad de juicio. Esto no sólo lleva a muchos adolescentes a huir, sino que también los impulsa a una vida de drogas, alcohol, crimen y abuso en las calles.
Dificultades en la Adolescencia
Los adolescentes a veces tienen dificultades para expresar sus pensamientos y emociones. Esto puede hacer que se sientan impotentes. Para recuperar ese control, sienten que necesitan romper con las cadenas de los padres y la autoridad. Sienten que si pueden lograrlo solos, podrán mostrarles a todos cuánto saben realmente.
Los adolescentes que huyen de casa suelen huir de algo que no pueden afrontar. Esto podría ser la separación de los padres, la orientación sexual, el acoso escolar y otros eventos traumáticos. Los adolescentes no huyen para llamar la atención, sino para escapar de las realidades de un mundo que les teme o les agota vivir. Quieren liberarse de la devastación y encontrar una nueva felicidad.
Vida en las Calles
La mayoría de los fugitivos regresan a casa entre 48 horas y una semana y normalmente se quedan con amigos, según el National Runaway Switchboard. Sin embargo, cuanto más tiempo pasan los adolescentes fuera de casa, mayor es el riesgo que corren de convertirse en víctimas de los agresores (abuso y agresión). La participación en pandillas, actividades ilegales y el suicidio son posibles resultados de la f alta de vivienda.
Ayuda para adolescentes fugitivos
Si eres un fugitivo, ya no tienes que huir. Puedes obtener ayuda. Llame al 1-800-RUNAWAY. Tienen personas que lo ayudarán a encontrar refugios y la asistencia que necesita para regresar al camino correcto, incluso si ese no es su hogar.
Si quieres volver a casa pero no tienes idea de cómo llegar desde donde estás o simplemente no tienes el dinero, National Runaway Switchboard tiene un programa que te ayudará a llegar a casa en las líneas de autobuses Greyhound de forma gratuita.. Simplemente llame a su número para obtener ayuda.
Consejos para padres para afrontar una situación de fuga
Si sospecha que su adolescente se ha escapado, siga estos pasos:
- Llama a sus amigos para preguntarles sobre la última vez que lo vieron.
- Visita lugares de reunión locales o posibles lugares a los que haya ido.
- Revisa su habitación y sus pertenencias para encontrar pistas de su paradero.
- Llame a la policía para denunciar una persona desaparecida.
- Adquiera un identificador de llamadas en caso de que su adolescente llame.
- Llame a los refugios de la zona para comprobar si se ha puesto en contacto con ellos y solicite más información sobre a quién llamar.
- Llame al 1-800-RUNAWAY para obtener aún más información sobre su plan de acción.
Si tu adolescente llama
Manténgase lo más tranquilo posible si su adolescente llama. Demuéstrale que estás genuinamente preocupado y que te preocupas por ella. Anímela a que regrese a casa, pero escúchela también. Muchos adolescentes sólo quieren tener la oportunidad de ser escuchados. Absténgase de decirle algo negativo a su hijo adolescente, por ejemplo, "Cuando llegues a casa, te castigarán". Tome esto como una señal seria de que algo anda mal y que su hijo o hija necesita ayuda.
Cuando su adolescente llega a casa
Es un momento muy emotivo y sensible cuando un fugitivo regresa a casa. Se siente aprensivo al cruzar la puerta porque no sabe qué esperar. Comprenda que esto fue tan traumático para él como lo ha sido para usted. Tómese este tiempo para demostrarle a su hijo adolescente que está dispuesto a superar cualquiera de las dificultades que esté teniendo y que acepta su regreso con los brazos abiertos. Los siguientes son algunos otros consejos:
- Escuche a su hijo adolescente y anote cualquier ayuda que pueda necesitar desde su ausencia, como atención médica y/o asesoramiento.
- Llama a todas las personas con las que contactaste sobre su desaparición para informarles que está en casa.
- Haz un esfuerzo consciente para demostrar lo agradecido que estás por tenerlo en casa, que lo amas y quieres cuidarlo como él quiere que lo cuiden.
- Si su adolescente se muestra desafiante, comuníquese con su línea de ayuda local.