La gente de hoy vive vidas ocupadas y aceleradas y debido a esto, regimientos familiares simples como una familia que come junta se han quedado en el camino. Hacer tiempo para cenar juntos es algo que las familias deberían considerar porque la práctica tiene muchas recompensas y beneficios.
Beneficios para una familia que come junta
Hay muchos beneficios de celebrar una comida familiar constante que van mucho más allá de una pequeña conexión social. Muchas de las ventajas de comer juntos en familia se presentan en forma de recompensas que no son inmediatamente reconocibles.
Aumento de la seguridad emocional
El acoso escolar es un problema importante para los jóvenes de hoy en día, y los padres a veces tienen dificultades para detectar cuándo su hijo es el objetivo de un acosador. Celebrar comidas familiares puede disminuir los efectos del acoso en un niño. Las comidas familiares no impedirán que un acosador se acerque a su hijo, pero probablemente se enterará de la situación antes debido a la hora de comer en familia, en comparación con cuando podría enterarse de la situación de otra manera.
Mantenerse informado
Los padres trabajan y los niños están ocupados con la escuela, los deportes y los amigos, por lo que encontrar espacio en la vida para sentarse y observar y escuchar a su propio hijo es limitado. La hora de comer les da a los padres la oportunidad de notar cosas sobre sus hijos que de otro modo podrían pasar por alto. Las horas de comida que pasan juntos permiten a los padres notar signos de tristeza, ira, depresión y ansiedad en los niños.
Disminución del riesgo de hábitos no saludables
A medida que los niños crecen, los padres se preocupan de que adopten conductas no saludables como el alcohol y las drogas. Los adolescentes que cenan regularmente con sus padres tienen un menor riesgo de consumir drogas y alcohol. Se observa que estas mismas poblaciones tenían menos probabilidades de involucrarse en esos comportamientos peligrosos después de salir de casa.
Brinda oportunidades para habilidades para la vida
Los padres a menudo compran comida, la preparan y la sirven, pero en algún momento, los niños tienden a participar. El concepto de cenar en familia se convierte en una oportunidad y experiencia para que las familias enseñen a sus hijos cómo comprar comida y crear platos, brindándoles las habilidades necesarias para la vida doméstica que a menudo f altan.
Mantiene vivas las tradiciones familiares
En el mundo bullicioso y acelerado de hoy, puede ser difícil encontrar tiempo para honrar las tradiciones familiares y el patrimonio cultural. Comer juntos es una manera perfecta de infundir herencia familiar y cultural en un momento de unión. Durante estas comidas familiares, los padres, los niños y la familia extendida practican y celebran sus tradiciones.
Mejora el éxito académico en los niños
Los niños que cenan con la familia tienden a tener calificaciones más altas y un mayor éxito académico en comparación con los niños que no participan en cenas familiares. Según un estudio de la Universidad de Illinois, los niños cuyas familias comían juntas también obtuvieron mejores resultados en las pruebas estandarizadas.
Reduce las tasas de obesidad
Comer en familia puede ayudar a reducir las tasas de obesidad. Cuando las familias se sientan a cenar, evitan comer mientras están en movimiento. Pueden crear comidas bien pensadas y más saludables en sus hogares, evitando así las comidas rápidas poco saludables. Para los niños, la hora de comer en familia es un espacio donde observan y aprenden sobre opciones saludables, control de porciones y ritmo.
Aumenta el vocabulario en niños en edad preescolar
La hora de comer en familia es un momento excelente para hablar con los niños. Además de utilizar este tiempo para ver qué ha estado haciendo su familia, las comidas familiares brindan una oportunidad perfecta para que los padres brinden lecciones de vocabulario a sus hijos. Los niños que comen con sus familias tienen seis veces más probabilidades de conocer palabras raras de vocabulario en comparación con los niños que no participan en comidas familiares.
Aumenta la autoestima
Existe evidencia de que comer juntos en familia mejora enormemente la autoestima de niños y adultos. Si el ambiente a la hora de comer es positivo, los niños comparten las experiencias, pensamientos y sentimientos del día y, a menudo, reciben amor, atención y consejos. Esto aumenta su autoestima. Simplemente preparar una comida y sentarse juntos demuestra a los niños que los cuidan. Los padres también obtienen beneficios emocionales. Al crear comidas y prestar toda su atención a sus familias, se sienten mejores padres y mejores personas.
Crea estructura y rutina mejoradas
La estructura y la rutina son importantes para los niños, y mantener horarios de comida familiares programados ayuda a crear una rutina predecible para los niños. Aprenden a esperar cuándo será una comida, a administrar su tiempo con respecto a las comidas esperadas y saben que pueden contar con ese tiempo de convivencia. Las rutinas y estructuras positivas y predecibles dan a los niños una sensación de seguridad.
Fomento de los estándares gastronómicos
¿Qué constituye cenar juntos? Para aprovechar los beneficios de festejar en familia, se deben seguir ciertos estándares y prácticas gastronómicas.
- El espacio para comer y la compañía fomentan una conversación e interacción saludables
- No debe haber dispositivos celulares, televisión, juguetes u otras distracciones físicas en el espacio donde se toman las comidas familiares.
- La hora de cenar debe incluir momentos de enseñanza. Los ejemplos incluyen lecciones sobre cortesía, modales, corrección del habla, habilidades para escuchar, contacto visual y vocabulario.
Una vida de beneficios
Aprovechar este tiempo en familia puede parecer más trabajo desde el principio, pero los resultados finales valdrán la pena el esfuerzo. Cenar juntos en familia ofrece beneficios que durarán toda la vida.