Las ensaladas griegas son un gran cambio de ritmo con respecto a las ensaladas comunes y corrientes. Con la adición de aceitunas, se convierte en un excelente acompañamiento o plato de apertura para cualquier cena mediterránea, como el cordero, o puede acompañar cualquier cantidad de Mezedes que desee servir. Coloque un poco de ensalada en el medio de un plato y rodéela con algunas dolmas caseras para obtener un excelente plato de antipasta o simplemente sírvala con un vino ligero para un almuerzo ligero y rápido.
Receta clásica de ensalada griega
Ingredientes
- 16 onzas de mezcla para ensalada silvestre o 1 cabeza de lechuga romana
- 6 tomates grandes, sin semillas y cortados en cubitos
- 1 pepino inglés, sin semillas y cortado en cubitos
- 6 cebollas verdes picadas, partes blancas y verdes
- 1 cebolla morada pequeña, cortada en cubitos finos
- 1 taza de aceitunas Kalamata
- 1/4 taza de alcaparras, escurridas
- 8 onzas de queso feta o queso Halloumi desmenuzado en trozos de 1/2 pulgada
Instrucciones
Mezcla todos los ingredientes en un bol con el aderezo (receta a continuación)
Receta de aderezo para ensaladas griegas
Ingredientes
- 2 onzas de aceite de oliva virgen extra
- 1 1/2 onzas de jugo de limón fresco
- Orégano fresco y tomillo picado fino al gusto
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones
Mezclar bien
Variaciones de ensalada griega
Para una variación divertida de esta ensalada, puedes intentar agregar:
- 6 onzas de rúcula
- Estragón fresco picado
- 1 manojo pequeño de cebollino picado
Para otra gran variación del aderezo griego para ensaladas, prueba:
Receta alternativa de aderezo griego
Ingredientes
- 1 onza de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada o vinagre de vino tinto
- 1/2 cucharada de mostaza Dijon
- 2 dientes de ajo prensados en una prensa de ajos
- 1/4 de pulgada de azúcar
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones
Mezcla esto muy bien
Consejos para preparar lechuga para ensalada griega
La mejor manera de preparar lechuga romana es cortarla por la mitad a lo largo y luego cortar el corazón. Coloque la lechuga cortada hacia abajo sobre la tabla de cortar y córtela por la mitad a lo largo nuevamente. Sosteniendo firmemente las mitades de lechuga sobre la tabla, córtelas a lo ancho en tiras de media pulgada de grosor. Coloque las tiras en un recipiente grande y llénelo con agua fría. Deje la lechuga en remojo durante unos 10 a 15 minutos. Cuela la lechuga y déjala en el colador. Coloque el colador en el tazón y cúbralos sin apretar con una envoltura de plástico. Esto permitirá que el aire frío circule alrededor de la lechuga y la mantendrá crujiente, pero evitará que el aire frío del refrigerador golpee la lechuga y la seque. De esta manera tu lechuga debería durar unos días y, cuando prepares tu ensalada, estará fresca, crujiente y limpia.